Desayuno variado y delicioso, buena atención del personal.

a Comida casera buena
b Personal amable
c Habitación espaciosa y limpia

a Esperas largas para abrir la puerta

fácil acceso a lugares emblemáticos y parques

Mi experiencia fue increíble, ya que el hotel está a menos de 5 minutos a pie de la impresionante catedral de zamora y cerca de bellos parques que invitan a dar largos paseos. además, el desayuno es variado y delicioso, lo que fue un gran inicio para mis exploraciones diarias.

Una cena deliciosa inesperada

La comida era increíble, con sabores auténticos que nos sorprendieron. Además, el personal siempre fue amable, lo que hizo que la estancia fuera muy placentera.

Los colchones eran incómodos, y la habitación podría necesitar algunas mejoras para estar a la altura de las tres estrellas que tiene.

El desayuno era variado y delicioso, lo mejor del hotel.

Lamentablemente, la primera impresión fue hecha por una entrada poco acogedora, ya que tuvimos que entrar por el restaurante. Además, la habitación no estaba en las mejores condiciones. el aire acondicionado era antiguo y estaba cubierto de polvo, lo que no me dio confianza en la limpieza general. Para colmo, el lavabo en nuestra habitación no estaba limpio, lo cual fue un gran problema y me dejó frustrado durante toda la estancia.

Habitación amplia y limpia, con una relación calidad-precio excelente, me encantó la comida casera del restaurante.

me sentí como un rey, no tengo ninguna pega

El hotel Casa Aurelia es una verdadera decepción. Solo me ofrecieron una almohada muy baja, y la atención en el restaurante fue tan mala que casi no cenamos. Tras todo eso, esperaba al menos una amable sonrisa o una mejora por el mal servicio, pero no hubo nada, ¡qué chasco! No podría recomendar este lugar.

Estuvimos solo una noche y la comida fue excepcional, especialmente la parrillada. El trato del personal en la cena fue muy amable. La habitación era espaciosa pero las almohadas un poco finas. La atención en el desayuno, aunque podría mejorar, fue aceptable.

La habitación era tan espaciosa que podría haber hecho una fiesta de baile para doce personas, ¡aunque el baile no es mi fuerte! Además, la terraza tenía vistas tan hermosas que hasta los pájaros parecían hacer fila para sacarse una selfie con el paisaje.

Pocas opciones de entretenimiento

La ubicación es muy conveniente y el aparcamiento es fácil de encontrar. Destaco la comida del restaurante, que es casera y generosa en porciones. Sin embargo, el desayuno podría ofrecer más opciones, ya que la variedad es bastante limitada. La atención del personal fue buena, pero la habitación necesita algunas mejoras en comodidad para alcanzar un nivel óptimo.

la comida en el comedor era buena y casera, pero el personal no fue amable.

Me encantó la habitación, amplia y cómoda. La comida era deliciosa y generosa en porciones. Además, el desayuno bufé era variado, ¡perfecto para empezar el día con energía!

La espera para abrir la puerta al regresar fue un poco larga.

Comodidade do hotel, atención do persoal de primeiro. Almorzo variado, todo moi rico. A habitación ampla e limpa, perfecta para familias. O único a mellorar é a espera para que nos abriran a porta ao chegar, que foi un chisco longa. Se ben non esperabamos moito, quedamos sorprendidos.

La habitación era espaciosa y limpia, lo que resultaba cómoda para una estancia corta. La entrada, aunque poco convencional al pasar por el restaurante, tenía su encanto rústico, y el ambiente del bar ofrecía comida sencilla y casera, perfecta para saciar el hambre después de un día explorando.

Al llegar, no había recepción abierta y tuvimos que esperar para que nos atendieran. El aire acondicionado del cuarto estaba en mal estado, y después de usarlo, encontramos un charco en el suelo, lo que arruinó un poco nuestra experiencia. Además, la distribución del mobiliario en la habitación dejaba poco espacio para abrir el armario. La falta de percheros también fue incómoda. La entrada por el restaurante, aunque pintoresca, no daba la mejor impresión para un hotel de tres estrellas. Las camas, más bien duras, tampoco ayudaron mucho a la comodidad general.